Dos “estrellas-guias”… y dos “maestros cantores”… ambos de la más alta gama e incontestable grandeza… magníficos, estentóreos destellos en las brumas de esta aventurada marcha, que ya supera la mitad de la vida, aún más especialmente por la inevitable tristeza que me da, algunas noches, el hábito de buscar y no ver —en este arco de cielo boreal— los viejos y siempre vivos centelleos de la Cruz del Sur…



Mundo artístico - es la vida: brumas y sombras que algo hacen estas luces para aclarar y disipar, magia, milagro, misterio, divagaciones, 4 estrellas, 4 voces, 4 artistas fenomenales, focos de luz viva y pasión ancestral, entrega y pasión por el arte del canto lírico, bel canto, decían los maestros italianos, el más puro y más emocio-
nante que se puede oír en los 4 puntos de la tierra — y acaso en las esferas o estratosferas que suponemos celestiales, en el sentido de que nos elevan a alturas insospechadas, y entre otras [pocas] las únicas que de cierta forma pueden sostenernos por encima de la vertiginosa anodina dura vulgar realidad. ¡Eso es!



D O S

M A E S T R O S

C A N T O R E S